El proyecto del Parque de la Ciudad se compone de dos patios de juegos conectados entre sí, diseñados para ofrecer propuestas diferenciadas según edades y niveles de desafío, manteniendo una identidad común inspirada en la exploración y el descubrimiento.
El primer sector está protagonizado por una torre principal de gran altura con forma de nave, equipada con redes trepadoras, rampas, pasarelas y toboganes tubulares que proponen recorridos dinámicos y desafiantes. La disposición de los elementos invita a escalar, atravesar y descender, promoviendo el desarrollo motor, la coordinación y el juego activo.
El segundo patio presenta juegos de menor altura, pensados especialmente para los más pequeños. Aquí se integran sube y baja, calesitas, pasamanos y estaciones de equilibrio que favorecen el juego seguro, el aprendizaje corporal y la interacción entre chicos.
Ambos sectores se articulan como un conjunto continuo, generando un espacio lúdico inclusivo, accesible y estimulante, que resignifica el entorno del Parque de la Ciudad y lo transforma en un punto de encuentro donde el diseño, el juego y la imaginación conviven al aire libre.